Ningún moralista, ninguna persona de una religiosidad estrecha o de una disciplina rígida pueden tener a su cargo niños autorregulados. Autorregulación quiere decir comportarse por voluntad de uno mismo, no en virtud de una fuerza externa; el niño moldeado, por el contrario, carece de voluntad en sí mismo: es una réplica de sus padres.
A.S. Neill. Hablando sobre Summehill.
A.S. Neill. Hablando sobre Summehill.